Terapia de resultados óptimos en pocas sesiones para prácticamente todo tipo de dolencias.
La terapia cuántica usa tecnología basada en la física cuántica. Hace una revisión integral bioenergética del individuo encaminada a eliminar las causas que obstaculizan el flujo bioeléctrico de los seres vivos.
Factores como una mala alimentación, la falta de ejercicio, un exceso de toxicidad o patógenos, los traumas vividos a lo largo de la vida… pueden causar estrés eléctrico a nuestras células. Estos factores llevarán a un desequilibrio energético que más adelante se manifestará en el cuerpo físico a modo de dolor, infección, desarreglos hormonales, trastornos digestivos o cualquier otro padecimiento o síntoma.
Durante la sesión se envían frecuencias para desbloquear los obstáculos en el flujo energético y restaurar el equilibrio a velocidades que la célula reconoce al instante, pudiendo regenerar las células de una rodilla, un hígado, etc.
La persona es conectada a un aparato (una caja de biorresonancia cuántica) diseñado para enviar y recibir información vibracional. El sistema mide su reacción o respuesta eléctrica a más de 10.0000 estímulos cuya frecuencia vibratoria incide de alguna manera en la salud del ser humano: frecuencias correspondientes a las distintas glándulas, órganos, músculos, huesos, enzimas, vitaminas, cromosomas, patógenos, emociones, remedios (cristales, plantas, flores, homeopáticos...) y muchos más.
Las áreas que se muestran desajustadas de acuerdo a su patrón vibratorio original son estimuladas y reequilibradas.
Revisa, trabaja y restablece la salud en caso de:
La técnica es muy segura, ya que de ninguna manera se pueden alterar de forma negativa las vibraciones fisiológicas. Está indicada para todas las edades. Es compatible con la medicina convencional. No produce ninguna molestia ni tiene contraindicaciones, pues se trabaja con la propia información del organismo y con el propio sistema celular.
En la mayoría de los casos, de 3 a 5 sesiones de entre hora y media y dos horas son suficientes. Para condiciones crónicas o patologías graves, de 7 a 10 sesiones. Para la desensibilización de alergias suelen bastar entre 1 y 3 sesiones. No obstante, el número y frecuencia de las sesiones dependerá de cada paciente y patología.
La mayoría de las personas no sienten nada, ya que están recibiendo frecuencias de la misma intensidad que aquellas que manejan los órganos del cuerpo. Dependiendo de la sensibilidad de la persona, puede llegar a sentir cierto cosquilleo. La relajación y ganas de dormir son reacciones habituales. Por eso muchas personas se muestran escépticas, ya que están acostumbradas a procedimientos invasivos y dolorosos.
"He tenido la ocasión de probar la técnica en varias sesiones y puedo decir que es una pasada: un verdadero sistema de salud traído del futuro para utilizarlo hoy. La primera vez fui por un dolor intenso en la zona alta de la espalda, cuello y hombros por rectificación de las cervicales (esto es que se pierde la curvatura natural del cuello). Desapareció y no volvió. La segunda vez Gema me aplicó la máquina para una condromalacia rotuliana (desgaste del cartílago de la rótula). No sé si el cartílago se habrá regenerado, pero, incluso a pesar de las lluvias de este pasado invierno, no se me han inflamado ni dolido las rodillas como en años anteriores. Por último, quiero contaros sobre mi gato: en una ocasión empezó a vomitar hasta dejar de querer comer. Tras una sesión a distancia cesaron los vómitos y empezó a comer con normalidad. Gracias, Gema."
Rosa
"Gema me aplicó biorresonancia para mis problemas de ciática y rodilla. No podía subir o bajar las escaleras con normalidad debido al dolor, teniéndome que apoyar en cada escalón. En tres sesiones, ni rastro del dolor y de la ciática. También obtuve resultados inmejorables, en una o dos sesiones para cada cosa, en mis ronchas en la piel, que me salían en picos de estrés, la hernia de hiato y la helicobacter pilori (para la que no tomé medicamento alguno y que en las últimas pruebas salió negativa)."
Esperanza
"Relato mi experiencia: tenía una alergía importante al látex y a las frutas tropicales. Después de una sesión de 3 horas, en una semana comprobé unos resultados magníficos. Sin problemas en el contacto ni con el látex ni con las frutas tropicales. Estoy muy contento y noto realmente el buen resultado. Saludos."
Dani
"Tenía alergia al huevo desde que nací. Seguí un tratamiento de desensibilización en el hospital y mejoré, pero dos años después seguía dando positivo en las pruebas. Me dijeron que tenía que seguir comiendo huevo o se podía revertir lo que habíamos conseguido. Recibí una sesión con biorresonancia. En dos meses me repitieron las pruebas en el hospital: increíble!! La alergia desapareció por completo. Ya hace más de un año y sigo genial."
Gabriel
"La sesión con la técnica cuántica que recibí me ha funcionado. La usé con Gema por primera vez para una tendinitis en los pies. Después de dos años padeciéndola, se quitó."
Matilde
"Hola, buen día. Gema me apoyó por recomendación de un amigo para atender una especie de alergia que me brotaba por estrés, haciendo que mi ojo se hinchara hasta cerrarse. Se me hizo una sesión a distancia y desde entonces no me ha vuelto a suceder. Espero le sirva mi testimonio. Le agradezco mucho. Saludos."
Adanely
"Hola, Gema, buen día. Mi agradecimiento por las sesiones que han recibido mi madre, mi hija y mis dos hijos y yo, tanto en persona como a distancia. El sistema que manejas es sorprendente y maravilloso. El resultado en dolores musculares y alergias es como si fuera de otro mundo. Sin medicamentos agresivos, nos hemos recuperado. Todavía no alcanzo a comprender cómo funciona el sistema. pero gracias por tu apoyo. Haces mucho bien. Saludos.”
Sergio
“Hola, Gema. Solo decir que tras la sesión del otro día, el zumbido de los oídos ha desaparecido y las costras del cuero cabelludo han disminuido considerablemente.”
Antonio
“Mi caso, una dolencia muy común: te molesta el estómago, nada te sienta bien, acidez a todas horas, reflujo por las noches. Vas al médico de digestivo y tras una gastroscopia viene a decirte que tienes una gastritis crónica, que tienes que medicarte de por vida con Omeprazol y derivados. Así era mi vida desde los 24 años que me lo diagnosticaron. Ya tenía un dolor abdominal también crónico. Y asumes como algo normal el dolor de estomago. Al cumplir los 49, mi hermano me recomendó una sesión de Quantum, y dije: ¿"Por qué no? Mi vida cambió, no solo por olvidarme de las pastillas, sino sobre todo por olvidar el dolor. Ahora puedo comer de todo sin preocuparme del después. Eso es ganar calidad de vida, y no tiene precio.”
Marco